Como sabes, existen diversas formas de abordar un proceso de Terapia Emocional, especialmente aquellas que derivan en el diálogo y la comprensión intelectual sobre lo que sentimos. Sin embargo, olvidamos que, cada que transitamos una emoción todo nuestro organismo se involucra. Nuestro cuerpo reacciona con una postura determinada, nuestra respiración se afecta, y en nuestro rostro se percibe cómo nos sentimos en determinadas situaciones.
¡SI! Tu cuerpo es el epicentro de todas tus experiencias tanto físicas como emocionales, en él habitan sutiles memorias que intervienen en la activación de cada emoción, por ello, cada vez que transitamos por una emoción podemos identificarla rápidamente a través de una sensación física, una tensión muscular o un simple cambio en la gesticulación. En mi experiencia, puedo asegurar que este camino de conexión entre cuerpo y emoción va a llevarte a lugares de profundo conocimiento y desarrollo intuitivo, para reflexionar, comprender y expresar de manera asertiva todas tus emociones, permitiéndote mejorar desde tus relaciones interpersonales hasta tu calidad de vida.
Te invito a conocer este espacio de entrenamiento en donde encontrarás diferentes recursos para conectar con tu mundo emocional, desde un trabajo integral que involucra Cuerpo, Voz y Expresión.